Habitar el presente es experimentar lo que nos toca vivir en cada instante con atención solo en eso, sin recharzarlo ni apegrase. Y para lograrlo hay que entrenarlo mucho.
Pero como el presente también es demasiado vasto hay otro arte a desarrollar, el de la atención.
A donde posas tu mirada? Que llama tu atencion? o eres tu el que la enfoca? Quien mira cuando mira? Que clase de observador eres?
Ahi está tu creación, ya sea consciente o no! Ser concientes que el tipo de observador que somos crea nuestra realidad es vital.
Lo verdaderamente importante no es lo que nos sucede sino cómo lo integramos, significamos y lo que hacemos con ello. Ahi esta nuestra co-creación, la “realidad” a la que nuestro cuerpo también se adapta.
Frecuentemente empezamos algo aclarando que nos estamos yendo, que sólo estamos de paso. Es una sensación de no estar en el lugar o momento indicado. Les suena familiar? Así postergamos hasta el derecho a la alegría, a la satisfacción y sentirse realizados.
Esto conlleva a un gran problema que es el de no estar completamente comprometido con corazón y mente en ningún asunto. Lo que probablemente aumente las chances que no nos salgan demasiado bien las cosas y nos de mayor insatisfacción.
La trampa es que todos los momentos son los indicados y todos los lugares son los indicados si y solo si habitamos el presente con tanta curiosidad y pasión, como si fuera lo mas importante en tu vida.
Lograr esto aunque sea unos instantes es glorioso. Emerge unsa sensación de paz y tranquilidad gozoza, de gratitud infinita. No quieres cambiar nada, no hay nada de mas ni de menos, asumes la perfección de la vida que te abraza, dejas de luchar. Ese instante y la continuidad de cada instante habitando el presente lo mas plenamente posible nos permite acceder a un grado mayor de profundidad y riqueza en nuestras percepcciones de la realidad. A comunicarnos mejor, a conocernos mejor, etc.
Siempre estuve aquí y yo pensando que era allá, cada momento era el momento correcto y no lo supe reconocer. Es mas aqui y ahora que nunca!
Otro asunto que me cautiva es que de esa percepción parcial ya que estamos parcialmente presentes o casi en modo zombi, voy a ir registrando parcial y sesgadamente mis historias. De cada escena que nos toca vivir surge un relato, esos cuentos que nos contamos y contamos a la gente. Si supieramos que ahí esta nuestra creación, seríamos mas cuidadosos al hacerlo.. Le incluiriamos mas belleza y entrenaríamos mas la capacidad de verlo desde diferentes ángulos. Ya que de ese registro depende mi visión del mundo y mi mismo. Y mi cuerpo hará su fiel autoregulacion acorde a esta versión de nuestro mundo.
Don Juan Matus decía que somos artistas pero no sabemos mejorar el este arte para poder mejorar el lienzo. Estamos inconscientes de que esta co-creación sucede en nuestro propio cuerpo aunque también afectamos el entorno.
Dr. Andrés Peralta